Encuentros Mesuales



















CURSO 2020/2021

La vuelta a casa del
Alma Salvaje  

Somos Hijos e Hijas de la Tierra
Atendamos su llamada                     


Hemos construido un sistema que pretende crecer infinitamente en un planeta finito… 

¿Lo has pensado alguna vez?

La Tierra, escondida bajo el asfalto, nos está llamando…  ¿oyes su canto?
En cualquier hueco, entre baldosas asoma el verdor, las flores encuentran grietas para regalar su belleza y su aroma.
El sol sale cada mañana y si la buscas, la luna también danza entre los edificios.
Vivimos dentro del ritmo que marcan los relojes, corremos de una acción a otra. Regamos nuestros oídos con sonidos urbanos y cegamos nuestra vista con exceso de luz eléctrica.

El ser humano es el mamífero que mayor capacidad de adaptación al medio tiene… esto puede ser muy positivo y también muy peligroso… Nos hemos adaptado a vivir al margen del resto de los habitantes de este planeta y de sus ciclos. 

La Tierra está aquí siempre, bajo nuestros pies. Gira suspendida en el inmenso Universo y nosotr@s con ella. 
De ella tomamos todo lo que tenemos: alimento, abrigo, cobijo y todos los caprichos que nunca llegan a colmarse, porque aún no hemos entendido que todo lo que necesitamos para ser felices está dentro, aquí y ahora.

Despertar al Alma Salvaje, escucharla, seguir su llamada, es el atentado más peligroso para este sistema.
Cuando decides hacerlo, hay muchas barreras que atravesar, casi todas levantadas en nuestra mente… pueden parecer infranqueables… pero si a pesar de ello sigues la llamada, un mundo nuevo se abre ante ti. Un mundo que siempre estuvo y que ahora puedes ver y disfrutar completamente…

En este ciclo de 4 talleres pretendo acompañarte en ese despertar. 
Hacemos un recorrido por los 4 Elementos haciendo siempre un viaje que va de dentro a fuera y de afuera hacia adentro…
Despertar el Alma salvaje es despertar nuestros sentidos instintivos y naturales. Despertarlos nos ayuda a conectar con la vida cómo regalo que nos corresponde solo por el hecho de estar viv@s
.
He elegido cuidadosamente el dónde sumergirnos en cada elemento. Son lugares con los que tengo un profundo vinculo. En ellos yo misma he ido despertando mi Alma Salvaje, recordando quién soy y que he venido a hacer. 
Diecisiete años de camino recorrido. 
Encuentro con las montañas y mi aprendizaje a su lado, la hermandad con el reino vegetal, la comunión con el agua, el canto con el viento, la claridad, fuerza y dirección que me ha dado el fuego y mi profunda entrega a la tierra. 

Ahora quiero compartir contigo las simples cosas que he encontrado y que han hecho que mi actitud frente a la vida sea totalmente transformada. 
Ahora puedo decir que una dulce paz se ha instalado en mi ser y siento cómo anida mi alma en mi misma.
El trabajo que propongo tiene cómo objetivo ponerte en contacto con tu propia sabiduría, no pretendo ser tu maestra, solo una mujer que te ayuda a recordar. 
Te entrego herramientas muy sencillas que a mí me ha regalado la vida para que las hagas tuyas.
Me gusta el vacío, cómo lugar donde las personas pueden ser y expresar lo que en ellas habita.

La consciencia en quietud y en movimiento es una de mis grandes aliadas...

El cuerpo en presente la brújula. 





   












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